Los desagües pluviales recogen las aguas provenientes de las lluvias y que caen sobre los techos de las casas, edificios y otros espacios. Su principal objetivo es evitar que el estancamiento del agua de lluvia perturbe las actividades cotidianas y afecte las construcciones al provocar humedad en los techos y paredes con el consiguiente inconvenientes para la salud de las personas. Generalmente, la eliminación de las aguas se efectúa por cañerías hacia la calzada.
Si en un edificio se realizan ampliaciones, los desagües pluviales de las superficies agregadas se enviarán a la calzada. Los patios tendrán una pendiente adecuada para que las aguas de lluvia vayan a los desagües sin recorrer lugares cubiertos. Los tipos de instalaciones de desagües pluviales en las viviendas abarcan todas las cañerías y elementos con los que allí se resuelve la conducción del agua de lluvia para su desagüe a la calle. Cuando existe sistema público de desagüe pluvial, las instalaciones domiciliarias generalmente llegan hasta el cordón cuneta, dónde son encaminados hacia los sistemas de desagüe públicos subterráneos, los que evitan que se inunden las calles.
Tipos de desagües pluviales
De libre escurrimiento: en techos y otras superficies exteriores altas, se suele dejar que el agua escurra hacia los bordes más bajos y caiga desde ellos sin ser recogida por una canaleta de borde ni por ningún otro elemento.
Por canaletas: el agua que llega al borde inferior del techo es recibida por una canaleta abierta. Esa canaleta evita que por libre escurrimiento el agua caiga o se escurra a todo lo largo de ese borde, y la guía hacia puntos elegidos o hacia cañerías verticales u horizontales de desagüe.
Por cañerías: es la más utilizada en construcciones urbanas, sobre todo si tienen varios pisos altos. En esta forma de desaguar muchos elementos son los mismos que para los desagües cloacales, y en ellos se producen algunos fenómenos físicos similares.