Los pozos negros, o pozos ciegos, son los métodos de tratamiento de aguas servidas más populares, tanto en áreas urbanas como en el campo.Construir un pozo negro no es una tarea muy difícil y su mantenimiento depende principalmente de cuidar lo que se arroja por el sistema domiciliario.
El peor escenario es un pozo negro lleno. Esto ocurre cuando el lecho arenoso del mismo, o las paredes porosas, se vuelven impermeables. Cuando esto ocurre, los líquidos no se absorven correctamente y el pozo se llena. Si los líquidos retornan, el inodoro no desagota y los resumideros no se llevan el agua, lo más seguro es que haya una obstrucción en la cámara séptica o estemos en presencia de un pozo negro lleno.
A continuación, una serie de consejos para evitar que el pozo negro se llene:
- No arrojar jabones con espuma: este tipo de productos generan una películas de grasa que se pega en el fondo y las paredes del pozo negro, haciendo que este pierda la permeabilidad que debe tener para eliminar los líquidos al terreno circundante.
- No arrojar aceites ni grasas: por la misma razón antes mencionada.
- No conectar los desagües pluviales al sistema que llega al pozo ciego: la cantidad de agua que se descarga constantemente desde este tipo de desagües es mucho mayor y constante a las descargas recibidas desde los artefactos de la casa, lo que hará que se llene rápidamente el pozo.
En el caso que esto ocurra, lo recomendable es llamar a una empresa especialista en el desagote de pozo negro. Luego, con el pozo vacío, aplicar un reactivador de pozos negros para que se recupere la permeabilidad perdida.