Los líquidos que circulan a través de una casa son de distintos orígenes y su tratamiento depende el mismo. Por un lado, tenemos las cañerías de agua potable que ingresan desde las conexiones domiciliarias a la red de distribución de la ciudad. Estas transportan el agua hasta el tanque para su almacenamiento y la generación de la presión para que salga por las canillas de la vivienda.
Por otro lado, tenemos las cañerías que se encargan de retirar los residuos que se originan a través de las distintas actividades. Por ejemplo, los residuos cloacales llegan hasta la cámara séptica, la cual se encarga de su clasificación y de enviar los líquidos a las cloacas o al pozo negro.
Por supuesto, para que todo funcione de manera correcta, y cuando se trata de los caños que transportan las aguas servidas, lo mejor es llamar a una empresa de desagote de cloacas y resumideros. Su personal especializado y las máquinas que poseen realizan un trabajo de inspección de cañerías para detectar los posibles problemas de acumulación de grasa, objetos que dificultan el paso de los líquidos o la presencia de animales como ratas y otros similares.
Gracias a una correcta inspección de cañerías es posible determinar el problema y ahorrar dinero, ya que es posible conocer cuál es el problema y en qué parte está situado, para no romper en lugares equivocados. Sin dudas, es una tarea que debe hacerse siempre que las sospechas o los síntomas de caños tapados comiencen a aparecer.