El pozo ciego, o pozo negro, es uno de los sistemas más utilizados para el tratamiento de los residuos cloacales en las viviendas. Su construcción no es algo que no se pueda realizar por uno mismo. Aunque, hay que tener recaudos para que el pozo no se hunda y ocasiones accidentes. Además, antes de construir un pozo negro se debe contar con la autorización de las autoridades de la ciudad y conocer si en ella no está prohibido el uso de este tipo de sistema de tratamiento de aguas negras.
Una vez que se toma la decisión de construir un pozo ciego, se deben tener en cuenta ciertos consejos para que todo salga bien, los que son listados a continuación:
- Contar con la presencia de una persona con experiencia en la construcción de este tipo de estructura, para que colabore en las partes críticas del proceso.
- Elegir la zona del terreno para cavar el pozo, esta debe estar alejada de la casa, ya que las aguas tratadas son depositadas en el terreno circundante por el efecto de filtración del propio pozo.
- La inclinación del terreno y la profundidad del pozo debe ser tal que permita que los residuos fluyan a través del caño con facilidad y no se tape.
- El diámetro del pozo negro debe ser de al menos un metro, para permitir que una persona baje a su interior para colocar los ladrillos o piedras en las paredes del mismo.
- La profundidad no debe ser mayor a un metro ochenta centímetros, ya que más de esto podría tocar las napas de agua subterráneas y contaminarlas.
- Recubrir las paredes con piedras o ladrillos, dejando espacio para que los líquidos tratados fluyan hacia el terreno. Si se hace impermeable, el pozo no cumple su función.
- Colocar una tapa de hormigón y tapar con tierra.
No olvides que el proceso debe ser supervisado por alguien con experiencia, para que no exista peligro luego de su terminación. Si alguna vez se llena el pozo ciego, no intentes nada, ya que es muy peligroso, sólo debes llamar a una empresa de desagotes de pozos negros y ellos harán el trabajo.